jueves, 19 de julio de 2012

Muchas veces, nos enfadamos con algún caballo, porque no hace lo que nosotros queremos. Pero la mayoría de las veces, estamos equivocados. Claro que existen caballos traviesos, pero siempre intentaran hacer lo que nosotros queremos de forma correcta. Por eso a veces, no es que no quieran hacer algo, sino que a lo mejor, somos nosotros los que les estamos dando una señal equivocada, o les estamos dando dos señales opuestas a la misma vez. Por ejemplo, si queremos que un caballo ande, y cuando empieza a andar por alguna razón (miedo, va muy rápido, etc)le tiramos de las riendas, y hacemos que se pare, y esto lo hacemos una y otra vez, el caballo puede que al final no entienda lo que queremos, y reaccione mal. Por eso, antes de decir que no nos gusta un caballo, debemos saber bien el por qué, y si no somos nosotros los que nos estamos equivocando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario